Los aterrorizados habitantes de un pueblo asediado por zombis sólo pueden pedir ayuda al incomprendido Norman, un joven que sabe hablar con los muertos. Además de plantar cara a los muertos vivientes, tendrá que enfrentarse a fantasmas, brujas y, lo que es peor, a adultos de lo más atontados para salvar a su pueblo de una maldición milenaria.